La Forma y el Fondo

Es curioso como cambian las cosas, llevo echando pestes de la carrera desde que la empecé, y este año, que tengo un millón de clases, que estoy llendo a todas y que me paso el día entero en la facultad, resulta que me está encantando... Tiene mucho que ver que me han concedido todos los cambios de profesor que pedí, así que no tengo ninguno ultra perro de los que te hacen la vida imposible, y que mis compañeros me caen muy muy bien, son todos bastante majetes y hemos creado un grupo de apoyo y solidaridad mutua bastante guay, grande y singular; Al final me he vuelto toda una relaciones públicas, y me voy parando en los pasillos cada dos por tres a saludar a alguien, ¡quién me lo iba a decir! hace 3 meses no me lo hubiese creido... Lo que me ha llevado a pensar (más bien, me lo dejó caer mi padre en una bromita, ja ja ja) que quizá parte del problema lo tenia yo, porque no puede ser que todo el personal fuesen unos pijos estúpidos y yo la pobrecita única persona normal. Aunque es verdad que depende mucho del turno, no tienen nada que ver, la gente está mucho más relajada y receptiva en el de tarde. A lo que iba, que quizá también tenga mucho que ver que me siento más segura de mi misma en cuanto a las relaciones sociales en general, y a lo mejor sin darme mucha cuenta me habia convertido en una pequeña (más bien no...de pequeña nada) huraña ermitaña, aunque con mis amigos de toda la vida no lo pareciese o, en general, por mi comportamiento no se pudiese deducir mi nueva timidez... me explico, pensaba que la gente era gilipollas sin darles la menor oportunidad de demostrar lo contrario y, además, también creia que no tenian el más mínimo interés en hablar conmigo o compartir los asuntos domésticos de las clases, etc.
Y es que, contrariamente a lo que se suele decir, va a ser que la forma sí que afecta al fondo...