Coincidencias

Es curioso, la vida está llena de coincidencias, unas veces grandes y otras pequeñas (me ha salido un pareado...), pero es que a veces son de tal magnitud que nos dan mucho que pensar, que el mundo es enano o que nosotros somos insignificantes bichillos facilmente sustituibles, que ¿por qué? Porque quién me iba a decir a mi que me iba a encontrar a otra Ana que nació el mismo día que yo, del mismo año y en el mismo hospital, las dos trabajando juntas en el mismo sitio y chifladas por Alemania, tanto es así que ella se fué para allá el mismo año que yo, diferencia: ella se quedó.
Algunos años atrás, quién le iba a decir a Raksha que se iba a chocar en una calle cualquiera de París (ni siquiera era ninguna tan transitada como la Avenue des Champs Elysées) con mi amiga Blanca, normalmente no vas chocandote por ahí... y bien que le vino, porque no tenian donde dormir.
También es gracioso que te vayan a ver al trabajo tus amigos Urko y Ali, y tu compañera, q también se llama Ana (y esto no es raro ni una coincidencia, es un coñazo) te dice que la visita no era para ti, que ella también tiene unos amigos que se llaman Urko y Ali que se pasan a menudo a verla y, claro, como a los mios los suponia en Francia pues tenia todo el sentido, rara combinación: Urko, Ali y Ana, seis personas diferentes que no tienen nada que ver y que se mezclan por caprichos del azar, por cierto, tengo que acordarme de decirle que la visita sí que era para mi ¡jeje! gracias chicos!.
Quién les iba a decir a Lidia y Belén, amigas desde hace años, que iban a acabar llendose de erasmus a la misma ciudad de nombre impronunciable, hablaron de que habian pedido la beca y se felicitaron mutuamete cuando a las dos se la concedieron pero no se les ocuerrió preguntarse a dónde se iban!.
Hace unos meses mi tandem, Marcel, me preguntó si no me importaba que se uniese a nuestro intercambio un amigo suyo que habia venido a visitarle, y que también hablaba español, quién me iba a decir a mi que hablando hablando de dónde lo habia aprendido ibamos a descubrir que ese Phillip era el noviete del que tantas veces me habia hablado Inga en Leipzig, se conocieron en Uruguay cuando ella se fue un año a un cole de intercambio, él es del sur de Alemania y ella del Noreste, ¿cómo llegaron los dos hasta mi por caminos tan distintos?... increible ¿no?.
Y, como estas, miles de situaciones más ¿No os han pasado a vosotros también cosas realmente asombrosas?